El clima


Las características climáticas de la zona de los Palacios y Villafranca corresponden, en general, a un régimen térmico subtropical cálido, y de humedad, a un mediterráneo húmedo. Podemos decir que estamos ante un clima continental suavizado por la fase lluviosa entre octubre y marzo y las influencias marítimas a través del Valle del Guadalquivir.

La componente climática térmica de la zona se caracteriza por presentar valores relativamente altos del promedio anual, en torno 18º C, con escasas variaciones interanuales de los valores medios de las temperaturas máximas y mínimas. Las precipitaciones acusan el típico ritmo de la franja sur del Mediterráneo en fachada oceánica, con una estación lluviosa coincidente con el periodo invernal y una amplia estación seca durante los meses cálidos que se hace extrema en Julio y Agosto. Tras el periodo de estiaje, la curva de precipitación experimenta una subida marcada en otoño para alcanzar su máximo en la estación invernal.

Los valores de humedad relativa óptima oscilan entre el 60% y el 80%. tenemos alrededor del 75% media.

En estas condiciones el cultivo del tomate se ve favorecido por esta climatología, resultando controlada los picos en la temperatura y demás factores por técnicas de cultivo de ultima tecnología.

Respecto a los vientos existe un claro dominio del eje NE_SW coincidente con la orientación del Valle del Guadalquivir. Las velocidades son débiles, siendo más fuertes cuanto más constante es el viento en primavera. Imprescindible para mantener el aire limpio y renovar la atmósfera manteniendo niveles constantes de humedad.

El agua


El Bajo Guadalquivir esta regado por el canal del Bajo Guadalquivir que tiene su origen en la presa de Alcalá del Río y cuenta con 150 km de longitud total. La superficie total de la zona es de 142.000 Has. El agua del subsuelo, con un nivel freático muy variable, tiene un contenido de sales solubles muy alto, alcanzándose un nivel medio de 30 gramos por litro.

En 1955 se decidió realizar la gran conversión de la marisma del margen izquierdo del Bajo Guadalquivir. Esto supuso la desalinización de estos terrenos, de baja permeabilidad, para ello se realizar un drenaje subterráneo que evacuó exceso de agua y por consiguiente, el lavado grado de sales.

Esta mejora de suelo fue un proceso lento pero en la actualidad los terrenos tiene un alto grado de productividad agraria, debido a la concentración de aniones y cationes que optimizan las condiciones de conductividad en relación al cultivo del tomate como agua de riego.

El suelo


El territorio sobre el que se asienta la zona de Los Palacios y Villafranca se encuentra adosado al margen izquierdo del Guadalquivir poniéndolo en relación con los finos materiales que configuran las marismas depositadas en un ambiente de estuario en la desembocadura del rio.

Este lugar de encuentro donde se dan cita los materiales relleno de la depresión, los aportados por el rio y los que colmaron el estuario salino de su desembocadura, lo que caracterizará la fisonomía de los terrenos del municipio.

A ello se une una topografía muy suave y poco accidentada. La totalidad de los suelos debe considerarse salinos, carácter diferenciador esencial en la zona por tener entre 2 y 3 por 100 de sales, representando los cloruros el 50 por cien de las solubles y la sales potásicas que tanto favorecen la maduración de los frutos en las zonas de cultivo de la capa superficial. El pH, muy básico oscila entre 7 y 8,5 (óptimo para la absorción de nutrientes), presentando los suelos un contenido en materia orgánica que oscila entre 1 y 3 por cien y un porcentaje de caliza alto, 10-25%.